lunes, marzo 03, 2014

El problema de la difusión de pseudociencias

En mi campo laboral hace muchos años que ejerzo el ofició de difusor de temática" border line" en ciencia. Es decir, me llaman de medios de difusión masivos para que aterrice temas que van desde la ufología, pasando por los movimientos anti-vacunas, explicar la mal llamada “partícula de Dios” o quizás ayudar a entender conceptos tan extraños como los argumentos de los negacionistas del VIH. Un amplio espectro de charlatanes y estafadores que ocupan la pseudociencia como plataforma para hacerse conocidos, ganar dinero o simplemente porque sus mentes de alguna manera retorcida creen en estas falacias.
He tomado como bandera ser una voz que pueda contra argumentar de manera inteligente y precisa con esta gente que para mi gusto son modernos terroristas de la información que mantienen con sus paranoias a una comunidad asustada y alejada de la ciencia; a quien ven como un instrumento del mal, de las grandes corporaciones, de los gobiernos que solo los quieren engañar.
Me he propuesto ser una de las tantas voces que están en minoría contra esta abrumadora avalancha de pseudo difusores de información que mayoritariamente no entienden y solo propagan de manera viral sin contrarrestar información ni ofrecer alternativas al público. Es decir propagar DOGMAS de miedo y pseudociencia.
Mi propuesta apunta a una parte de la situación que me tiene extrañamente fascinado. Esto es, que a pesar de lo débil de los argumentos que estos personajes exhiben, de lo notoriamente embebidos de “teorías de la conspiración” que como sabrán tiene una argumentación circular; es decir, nunca llegas a un punto final. El público (en su gran mayoría) acepta y absorbe TODO sin chistar, sin siquiera esbozar en su mente una simple pregunta o contra pregunta. Esta confianza en charlatanes por el solo hecho de ser simpáticos algunos o autoritarios otros es un verdadero misterio para mí. Creo que si pudiese descifrar un poco que hay detrás de esta forma de “aceptación” o sumisión a los datos falsos mi trabajo podría ser más fácil. Es decir, podría pasar de la táctica defensiva (explicar post viralización de una mentira) a una táctica ofensiva. Esto es, mantener a las personas prevenidas y darle alguna herramienta de razonamiento crítico que los ayude a tener por lo menos un filtro en sus mentes antes de aceptar un todo religiosamente. Un dogma sin sentido. 
En este proceso que sería a grandes rasgos un grano de arena en la educación de masas queda algo mucho más importante que está asociado a este negocio pseudocientífico. Y es el miedo que se le inyecta a la población por la ciencia. Y en esto los científicos duros tienen algo de culpa que compartir. Son reacios a explicar sus métodos a públicos no doctos lo que los hace parecer distante y arrogantes. Claro, siempre estaremos los que hacemos difusión…pero que maravillosa ayuda seria que los científicos de peso en diferentes áreas sean capaces de hacer partícipe a la mayoría de sus procesos intelectuales y de creación científica. Al no hacerlo dejan un espacio en blanco en la cascada diaria de la información mundial. Una “caja negra” si así lo quiere llamar. Esta especio de ruido blanco es ocupado por estos personajes siniestros para llenarlos con miedos, mentiras y discursos fáciles que llegan de manera digerida y sesgada a la población ávida de explicaciones. Hay cosas que reparar en este sentido y como en todo orden de cosas, somos muchos los culpables pero somos pocos los que queremos hacer algo.